Capítulo 1
La esposa infiel de Oseas, y sus hijos
1:1 Palabra de Jehová que vino a Oseas hijo de Beeri, en días
de Uzías,
Jotam,
Acazy
Ezequías,
reyes de Judá, y en días de Jeroboam
hijo de Joás, rey de Israel.
1:2 El principio de la palabra de Jehová por medio de Oseas.
Dijo Jehová a Oseas: Ve, tómate una mujer fornicaria, e hijos
de fornicación; porque la tierra fornica apartándose de Jehová.
1:3 Fue, pues, y tomó a Gomer hija de Diblaim, la cual concibió
y le dio a luz un hijo.
1:4 Y le dijo Jehová: Ponle por nombre Jezreel; porque de aquí
a poco yo castigaré a la casa de Jehú por causa de la sangre
de Jezreel,
y haré cesar el reino de la casa de Israel.
1:5 Y en aquel día quebraré yo el arco de Israel en el
valle de Jezreel.
1:6 Concibió ella otra vez, y dio a luz una hija. Y le dijo
Dios: Ponle por nombre Lo-ruhama, porque no me compadeceré más
de la casa de Israel, sino que los quitaré del todo.
1:7 Mas de la casa de Judá tendré misericordia, y los
salvaré por Jehová su Dios; y no los salvaré con arco,
ni con espada, ni con batalla, ni con caballos ni jinetes.
1:8 Después de haber destetado a Lo-ruhama, concibió
y dio a luz un hijo.
1:9 Y dijo Dios: Ponle por nombre Lo-ammi, porque vosotros no sois
mi pueblo, ni yo seré vuestro Dios.
1:10 Con todo, será el número de los hijos de Israel
como la arena del mar, que no se puede medir ni contar. Y en el lugar en
donde les fue dicho: Vosotros no sois pueblo mío, les será
dicho: Sois hijos del Dios viviente.
1:11 Y se congregarán los hijos de Judá y de Israel,
y nombrarán un solo jefe, y subirán de la tierra; porque
el día de Jezreel será grande.
Capítulo 2
El amor de Jehová hacia su pueblo infiel
2:1 Decid a vuestros hermanos: Ammi; y a vuestras hermanas: Ruhama.
2:2 Contended con vuestra madre, contended; porque ella no es mi mujer,
ni yo su marido; aparte, pues, sus fornicaciones de su rostro, y sus adulterios
de entre sus pechos;
2:3 no sea que yo la despoje y desnude, la ponga como el día
en que nació, la haga como un desierto, la deje como tierra seca,
y la mate de sed.
2:4 Ni tendré misericordia de sus hijos, porque son hijos de
prostitución.
2:5 Porque su madre se prostituyó; la que los dio a luz se deshonró,
porque dijo: Iré tras mis amantes, que me dan mi pan y mi agua,
mi lana y mi lino, mi aceite y mi bebida.
2:6 Por tanto, he aquí yo rodearé de espinos su camino,
y la cercaré con seto, y no hallará sus caminos.
2:7 Seguirá a sus amantes, y no los alcanzará; los buscará,
y no los hallará. Entonces dirá: Iré y me volveré
a mi primer marido; porque mejor me iba entonces que ahora.
2:8 Y ella no reconoció que yo le daba el trigo, el vino y el
aceite, y que le multipliqué la plata y el oro que ofrecían
a Baal.
2:9 Por tanto, yo volveré y tomaré mi trigo a su tiempo,
y mi vino a su sazón, y quitaré mi lana y mi lino que había
dado para cubrir su desnudez.
2:10 Y ahora descubriré yo su locura delante de los ojos de
sus amantes, y nadie la librará de mi mano.
2:11 Haré cesar todo su gozo, sus fiestas, sus nuevas lunas
y sus días de reposo, y todas sus festividades.
2:12 Y haré talar sus vides y sus higueras, de las cuales dijo:
Mi salario son, salario que me han dado mis amantes. Y las reduciré
a un matorral, y las comerán las bestias del campo.
2:13 Y la castigaré por los días en que incensaba a los
baales, y se adornaba de sus zarcillos y de sus joyeles, y se iba tras
sus amantes y se olvidaba de mí, dice Jehová.
2:14 Pero he aquí que yo la atraeré y la llevaré
al desierto, y hablaré a su corazón.
2:15 Y le daré sus viñas desde allí, y el valle
de Acor
por puerta de esperanza; y allí cantará como en los tiempos
de su juventud, y como en el día de su subida de la tierra de Egipto.
2:16 En aquel tiempo, dice Jehová, me llamarás Ishi,
y nunca más me llamarás Baali.
2:17 Porque quitaré de su boca los nombres de los baales, y
nunca más se mencionarán sus nombres.
2:18 En aquel tiempo haré para ti pacto con las bestias del
campo, con las aves del cielo y con las serpientes de la tierra; y quitaré
de la tierra arco y espada y guerra, y te haré dormir segura.
2:19 Y te desposaré conmigo para siempre; te desposaré
conmigo en justicia, juicio, benignidad y misericordia.
2:20 Y te desposaré conmigo en fidelidad, y conocerás
a Jehová.
2:21 En aquel tiempo responderé, dice Jehová, yo responderé
a los cielos, y ellos responderán a la tierra.
2:22 Y la tierra responderá al trigo, al vino y al aceite, y
ellos responderán a Jezreel.
2:23 Y la sembraré para mí en la tierra, y tendré
misericordia de Lo-ruhama; y diré a Lo-ammi: Tú eres pueblo
mío,
y él dirá: Dios mío.
Capítulo 3
Oseas y la adúltera
3:1 Me dijo otra vez Jehová: Ve, ama a una mujer amada de su compañero,
aunque adúltera, como el amor de Jehová para con los hijos
de Israel, los cuales miran a dioses ajenos, y aman tortas de pasas.
3:2 La compré entonces para mí por quince siclos de plata
y un homer y medio de cebada.
3:3 Y le dije: Tú serás mía durante muchos días;
no fornicarás, ni tomarás otro varón; lo mismo haré
yo contigo.
3:4 Porque muchos días estarán los hijos de Israel sin
rey, sin príncipe, sin sacrificio, sin estatua, sin efod y sin terafines.
3:5 Después volverán los hijos de Israel, y buscarán
a Jehová su Dios, y a David su rey; y temerán a Jehová
y a su bondad en el fin de los días.
Capítulo 4
Controversia de Jehová con Israel
4:1 Oíd palabra de Jehová, hijos de Israel, porque Jehová
contiende con los moradores de la tierra; porque no hay verdad, ni misericordia,
ni conocimiento de Dios en la tierra.
4:2 Perjurar, mentir, matar, hurtar y adulterar prevalecen, y homicidio
tras homicidio se suceden.
4:3 Por lo cual se enlutará la tierra, y se extenuará
todo morador de ella, con las bestias del campo y las aves del cielo; y
aun los peces del mar morirán.
4:4 Ciertamente hombre no contienda ni reprenda a hombre, porque tu
pueblo es como los que resisten al sacerdote.
4:5 Caerás por tanto en el día, y caerá también
contigo el profeta de noche; y a tu madre destruiré.
4:6 Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento. Por
cuanto desechaste el conocimiento, yo te echaré del sacerdocio;
y porque olvidaste la ley de tu Dios, también yo me olvidaré
de tus hijos.
4:7 Conforme a su grandeza, así pecaron contra mí; también
yo cambiaré su honra en afrenta.
4:8 Del pecado de mi pueblo comen, y en su maldad levantan su alma.
4:9 Y será el pueblo como el sacerdote; le castigaré
por su conducta, y le pagaré conforme a sus obras.
4:10 Comerán, pero no se saciarán; fornicarán,
mas no se multiplicarán, porque dejaron de servir a Jehová.
4:11 Fornicación, vino y mosto quitan el juicio.
4:12 Mi pueblo a su ídolo de madera pregunta, y el leño
le responde; porque espíritu de fornicaciones lo hizo errar, y dejaron
a su Dios para fornicar.
4:13 Sobre las cimas de los montes sacrificaron, e incensaron sobre
los collados, debajo de las encinas, álamos y olmos que tuviesen
buena sombra; por tanto, vuestras hijas fornicarán, y adulterarán
vuestras nueras.
4:14 No castigaré a vuestras hijas cuando forniquen, ni a vuestras
nueras cuando adulteren; porque ellos mismos se van con rameras, y con
malas mujeres sacrifican; por tanto, el pueblo sin entendimiento caerá.
4:15 Si fornicas tú, Israel, a lo menos no peque Judá;
y no entréis en Gilgal, ni subáis a Bet-avén, ni juréis:
Vive Jehová.
4:16 Porque como novilla indómita se apartó Israel; ¿los
apacentará ahora Jehová como a corderos en lugar espacioso?
4:17 Efraín es dado a ídolos; déjalo.
4:18 Su bebida se corrompió; fornicaron sin cesar; sus príncipes
amaron lo que avergüenza.
4:19 El viento los ató en sus alas, y de sus sacrificios serán
avergonzados.
Capítulo 5
Castigo de la apostasía de Israel
5:1 Sacerdotes, oíd esto, y estad atentos, casa de Israel, y casa
del rey, escuchad; porque para vosotros es el juicio, pues habéis
sido lazo en Mizpa, y red tendida sobre Tabor.
5:2 Y haciendo víctimas han bajado hasta lo profundo; por tanto,
yo castigaré a todos ellos.
5:3 Yo conozco a Efraín, e Israel no me es desconocido; porque
ahora, oh Efraín, te has prostituido, y se ha contaminado Israel.
5:4 No piensan en convertirse a su Dios, porque espíritu de
fornicación está en medio de ellos, y no conocen a Jehová.
5:5 La soberbia de Israel le desmentirá en su cara; Israel y
Efraín tropezarán en su pecado, y Judá tropezará
también con ellos.
5:6 Con sus ovejas y con sus vacas andarán buscando a Jehová,
y no le hallarán; se apartó de ellos.
5:7 Contra Jehová prevaricaron, porque han engendrado hijos
extraños; ahora en un solo mes serán consumidos ellos y sus
heredades.
5:8 Tocad bocina en Gabaa, trompeta en Ramá: sonad alarma en
Bet-avén; tiembla, oh Benjamín.
5:9 Efraín será asolado en el día del castigo;
en las tribus de Israel hice conocer la verdad.
5:10 Los príncipes de Judá fueron como los que traspasan
los linderos; derramaré sobre ellos como agua mi ira.
5:11 Efraín es vejado, quebrantado en juicio, porque quiso andar
en pos de vanidades.
5:12 Yo, pues, seré como polilla a Efraín, y como carcoma
a la casa de Judá.
5:13 Y verá Efraín su enfermedad, y Judá su llaga;
irá entonces Efraín a Asiria, y enviará al rey Jareb;
mas él no os podrá sanar, ni os curará la llaga.
5:14 Porque yo seré como león a Efraín, y como
cachorro de león a la casa de Judá; yo, yo arrebataré,
y me iré; tomaré, y no habrá quien liberte.
Insinceridad del arrepentimiento de Israel
5:15 Andaré y volveré a mi lugar, hasta que reconozcan
su pecado y busquen mi rostro. En su angustia me buscarán.
Capítulo 6
6:1 Venid y volvamos a Jehová; porque él
arrebató, y nos curará; hirió, y nos vendará.
6:2 Nos dará vida después de dos días; en el tercer
día nos resucitará,
y viviremos delante de él.
6:3 Y conoceremos, y proseguiremos en conocer a Jehová; como
el alba está dispuesta su salida, y vendrá a nosotros como
la lluvia, como la lluvia tardía y temprana a la tierra.
6:4 ¿Qué haré a ti, Efraín? ¿Qué
haré a ti, oh Judá? La piedad vuestra es como nube de la
mañana, y como el rocío de la madrugada, que se desvanece.
6:5 Por esta causa los corté por medio de los profetas, con
las palabras de mi boca los maté; y tus juicios serán como
luz que sale.
6:6 Porque misericordia quiero, y no sacrificio,
y conocimiento de Dios más que holocaustos.
6:7 Mas ellos, cual Adán, traspasaron el pacto; allí
prevaricaron contra mí.
6:8 Galaad, ciudad de hacedores de iniquidad, manchada de sangre.
6:9 Y como ladrones que esperan a algún hombre, así una
compañía de sacerdotes mata en el camino hacia Siquem; así
cometieron abominación.
6:10 En la casa de Israel he visto inmundicia; allí fornicó
Efraín, y se contaminó Israel.
6:11 Para ti también, oh Judá, está preparada
una siega, cuando yo haga volver el cautiverio de mi pueblo.
Capítulo 7
Iniquidad y rebelión de Israel
7:1 Mientras curaba yo a Israel, se descubrió la iniquidad de Efraín,
y las maldades de Samaria; porque hicieron engaño; y entra el ladrón,
y el salteador despoja por fuera.
7:2 Y no consideran en su corazón que tengo en memoria toda
su maldad; ahora les rodearán sus obras; delante de mí están.
7:3 Con su maldad alegran al rey, y a los príncipes con sus
mentiras.
7:4 Todos ellos son adúlteros; son como horno encendido por
el hornero, que cesa de avivar el fuego después que está
hecha la masa, hasta que se haya leudado.
7:5 En el día de nuestro rey los príncipes lo hicieron
enfermar con copas de vino; extendió su mano con los escarnecedores.
7:6 Aplicaron su corazón, semejante a un horno, a sus artificios;
toda la noche duerme su hornero; a la mañana está encendido
como llama de fuego.
7:7 Todos ellos arden como un horno, y devoraron a sus jueces; cayeron
todos sus reyes; no hay entre ellos quien a mí clame.
7:8 Efraín se ha mezclado con los demás pueblos; Efraín
fue torta no volteada.
7:9 Devoraron extraños su fuerza, y él no lo supo; y
aun canas le han cubierto, y él no lo supo.
7:10 Y la soberbia de Israel testificará contra él en
su cara; y no se volvieron a Jehová su Dios, ni lo buscaron con
todo esto.
7:11 Efraín fue como paloma incauta, sin entendimiento; llamarán
a Egipto, acudirán a Asiria.
7:12 Cuando fueren, tenderé sobre ellos mi red; les haré
caer como aves del cielo; les castigaré conforme a lo que se ha
anunciado en sus congregaciones.
7:13 ¡Ay de ellos! porque se apartaron de mí; destrucción
vendrá sobre ellos, porque contra mí se rebelaron; yo los
redimí, y ellos hablaron mentiras contra mí.
7:14 Y no clamaron a mí con su corazón cuando gritaban
sobre sus camas; para el trigo y el mosto se congregaron, se rebelaron
contra mí.
7:15 Y aunque yo los enseñé y fortalecí sus brazos,
contra mí pensaron mal.
7:16 Volvieron, pero no al Altísimo; fueron como arco engañoso;
cayeron sus príncipes a espada por la soberbia de su lengua; esto
será su escarnio en la tierra de Egipto.
Capítulo 8
Reprensión de la idolatría de Israel
8:1 Pon a tu boca trompeta. Como águila viene contra la casa de
Jehová, porque traspasaron mi pacto, y se rebelaron contra mi ley.
8:2 A mí clamará Israel: Dios mío, te hemos conocido.
8:3 Israel desechó el bien; enemigo lo perseguirá.
8:4 Ellos establecieron reyes, pero no escogidos por mí; constituyeron
príncipes, mas yo no lo supe; de su plata y de su oro hicieron ídolos
para sí, para ser ellos mismos destruidos.
8:5 Tu becerro, oh Samaria, te hizo alejarte; se encendió mi
enojo contra ellos, hasta que no pudieron alcanzar purificación.
8:6 Porque de Israel es también éste, y artífice
lo hizo; no es Dios; por lo que será deshecho en pedazos el becerro
de Samaria.
8:7 Porque sembraron viento, y torbellino segarán; no tendrán
mies, ni su espiga hará harina; y si la hiciere, extraños
la comerán.
8:8 Devorado será Israel; pronto será entre las naciones
como vasija que no se estima.
8:9 Porque ellos subieron a Asiria, como asno montés para sí
solo; Efraín con salario alquiló amantes.
8:10 Aunque alquilen entre las naciones, ahora las juntaré,
y serán afligidos un poco de tiempo por la carga del rey y de los
príncipes.
8:11 Porque multiplicó Efraín altares para pecar, tuvo
altares para pecar.
8:12 Le escribí las grandezas de mi ley, y fueron tenidas por
cosa extraña.
8:13 En los sacrificios de mis ofrendas sacrificaron carne, y comieron;
no los quiso Jehová; ahora se acordará de su iniquidad, y
castigará su pecado; ellos volverán a Egipto.
8:14 Olvidó, pues, Israel a su Hacedor, y edificó templos,
y Judá multiplicó ciudades fortificadas; mas yo meteré
fuego en sus ciudades, el cual consumirá sus palacios.
Capítulo 9
Castigo de la persistente infidelidad de Israel
9:1 No te alegres, oh Israel, hasta saltar de gozo como los pueblos, pues
has fornicado apartándote de tu Dios; amaste salario de ramera en
todas las eras de trigo.
9:2 La era y el lagar no los mantendrán, y les fallará
el mosto.
9:3 No quedarán en la tierra de Jehová, sino que volverá
Efraín a Egipto y a Asiria, donde comerán vianda inmunda.
9:4 No harán libaciones a Jehová, ni sus sacrificios
le serán gratos; como pan de enlutados les serán a ellos;
todos los que coman de él serán inmundos. Será, pues,
el pan de ellos para sí mismos; ese pan no entrará en la
casa de Jehová.
9:5 ¿Qué haréis en el día de la solemnidad,
y en el día de la fiesta de Jehová?
9:6 Porque he aquí se fueron ellos a causa de la destrucción.
Egipto los recogerá, Menfis los enterrará. La ortiga conquistará
lo deseable de su plata, y espino crecerá en sus moradas.
9:7 Vinieron los días del castigo,
vinieron los días de la retribución; e Israel lo conocerá.
Necio es el profeta, insensato es el varón de espíritu, a
causa de la multitud de tu maldad, y grande odio.
9:8 Atalaya es Efraín para con mi Dios; el profeta es lazo de
cazador en todos sus caminos, odio en la casa de su Dios.
9:9 Llegaron hasta lo más bajo en su corrupción, como
en los días de Gabaa;
ahora se acordará de su iniquidad, castigará su pecado.
9:10 Como uvas en el desierto hallé a Israel; como la fruta
temprana de la higuera en su principio vi a vuestros padres. Ellos acudieron
a Baal-peor,
se apartaron para vergüenza, y se hicieron abominables como aquello
que amaron.
9:11 La gloria de Efraín volará cual ave, de modo que
no habrá nacimientos, ni embarazos, ni concepciones.
9:12 Y si llegaren a grandes sus hijos, los quitaré de entre
los hombres, porque ¡ay de ellos también, cuando de ellos
me aparte!
9:13 Efraín, según veo, es semejante a Tiro, situado
en lugar delicioso; pero Efraín sacará sus hijos a la matanza.
9:14 Dales, oh Jehová, lo que les has de dar; dales matriz que
aborte, y pechos enjutos.
9:15 Toda la maldad de ellos fue en Gilgal; allí, pues, les
tomé aversión; por la perversidad de sus obras los echaré
de mi casa; no los amaré más; todos sus príncipes
son desleales.
9:16 Efraín fue herido, su raíz está seca, no
dará más fruto; aunque engendren, yo mataré lo deseable
de su vientre.
9:17 Mi Dios los desechará, porque ellos no le oyeron; y andarán
errantes entre las naciones.
Capítulo 10
10:1 Israel es una frondosa viña, que da abundante fruto para sí
mismo; conforme a la abundancia de su fruto multiplicó también
los altares, conforme a la bondad de su tierra aumentaron sus ídolos.
10:2 Está dividido su corazón. Ahora serán hallados
culpables; Jehová demolerá sus altares, destruirá
sus ídolos.
10:3 Seguramente dirán ahora: No tenemos rey, porque no temimos
a Jehová; ¿y qué haría el rey por nosotros?
10:4 Han hablado palabras jurando en vano al hacer pacto; por tanto,
el juicio florecerá como ajenjo en los surcos del campo.
10:5 Por las becerras de Bet-avén
serán atemorizados los moradores de Samaria; porque su pueblo lamentará
a causa del becerro, y sus sacerdotes que en él se regocijaban por
su gloria, la cual será disipada.
10:6 Aun será él llevado a Asiria como presente al rey
Jareb; Efraín será avergonzado, e Israel se avergonzará
de su consejo.
10:7 De Samaria fue cortado su rey como espuma sobre la superficie
de las aguas.
10:8 Y los lugares altos de Avén serán destruidos, el
pecado de Israel; crecerá sobre sus altares espino y cardo. Y dirán
a los montes: Cubridnos; y a los collados: Caed sobre nosotros.
10:9 Desde los días de Gabaa
has pecado, oh Israel; allí estuvieron; no los tomó la batalla
en Gabaa contra los inicuos.
10:10 Y los castigaré cuando lo desee; y pueblos se juntarán
sobre ellos cuando sean atados por su doble crimen.
10:11 Efraín es novilla domada, que le gusta trillar, mas yo
pasaré sobre su lozana cerviz; haré llevar yugo a Efraín;
arará Judá, quebrará sus terrones Jacob.
10:12 Sembrad para vosotros en justicia, segad para vosotros en misericordia;
haced para vosotros barbecho;
porque es el tiempo de buscar a Jehová, hasta que venga y os enseñe
justicia.
10:13 Habéis arado impiedad, y segasteis iniquidad; comeréis
fruto de mentira, porque confiaste en tu camino y en la multitud de tus
valientes.
10:14 Por tanto, en tus pueblos se levantará alboroto, y todas
tus fortalezas serán destruidas, como destruyó Salmán
a Bet-arbel en el día de la batalla, cuando la madre fue destrozada
con los hijos.
10:15 Así hará a vosotros Bet-el, por causa de vuestra
gran maldad; a la mañana será del todo cortado el rey de
Israel.
Capítulo 11
Dios se compadece de su pueblo obstinado
11:1 Cuando Israel era muchacho, yo lo amé, y de Egipto llamé
a mi hijo.
11:2 Cuanto más yo los llamaba, tanto más se alejaban
de mí; a los baales sacrificaban, y a los ídolos ofrecían
sahumerios.
11:3 Yo con todo eso enseñaba a andar al mismo Efraín,
tomándole de los brazos; y no conoció que yo le cuidaba.
11:4 Con cuerdas humanas los atraje, con cuerdas de amor; y fui para
ellos como los que alzan el yugo de sobre su cerviz, y puse delante de
ellos la comida.
11:5 No volverá a tierra de Egipto, sino que el asirio mismo
será su rey, porque no se quisieron convertir.
11:6 Caerá espada sobre sus ciudades, y consumirá sus
aldeas; las consumirá a causa de sus propios consejos.
11:7 Entre tanto, mi pueblo está adherido a la rebelión
contra mí; aunque me llaman el Altísimo, ninguno absolutamente
me quiere enaltecer.
11:8 ¿Cómo podré abandonarte, oh Efraín?
¿Te entregaré yo, Israel? ¿Cómo podré
yo hacerte como Adma, o ponerte como a Zeboim?
Mi corazón se conmueve dentro de mí, se inflama toda mi compasión.
11:9 No ejecutaré el ardor de mi ira, ni volveré para
destruir a Efraín; porque Dios soy, y no hombre, el Santo en medio
de ti; y no entraré en la ciudad.
11:10 En pos de Jehová caminarán; él rugirá
como león; rugirá, y los hijos vendrán temblando desde
el occidente.
11:11 Como ave acudirán velozmente de Egipto, y de la tierra
de Asiria como paloma; y los haré habitar en sus casas, dice Jehová.
11:12 Me rodeó Efraín de mentira, y la casa de Israel
de engaño. Judá aún gobierna con Dios, y es fiel con
los santos.
Capítulo 12
Efraín reprendido por su falsedad y opresión
12:1 Efraín se apacienta de viento, y sigue al solano; mentira y
destrucción aumenta continuamente; porque hicieron pacto con los
asirios, y el aceite se lleva a Egipto.
12:2 Pleito tiene Jehová con Judá para castigar a Jacob
conforme a sus caminos; le pagará conforme a sus obras.
12:3 En el seno materno tomó por el calcañar a su hermano,
y con su poder venció al ángel.
12:4 Venció al ángel, y prevaleció; lloró,
y le rogó;
en Bet-el le halló,
y allí habló con nosotros.
12:5 Mas Jehová es Dios de los ejércitos; Jehová
es su nombre.
12:6 Tú, pues, vuélvete a tu Dios; guarda misericordia
y juicio, y en tu Dios confía siempre.
12:7 Mercader que tiene en su mano peso falso, amador de opresión,
12:8 Efraín dijo: Ciertamente he enriquecido, he hallado riquezas
para mí; nadie hallará iniquidad en mí, ni pecado
en todos mis trabajos.
12:9 Pero yo soy Jehová tu Dios desde la tierra de Egipto; aún
te haré morar en tiendas, como en los días de la fiesta.
12:10 Y he hablado a los profetas, y aumenté la profecía,
y por medio de los profetas usé parábolas.
12:11 ¿Es Galaad iniquidad? Ciertamente vanidad han sido; en
Gilgal sacrificaron bueyes, y sus altares son como montones en los surcos
del campo.
12:12 Pero Jacob huyó a tierra de Aram, Israel sirvió
para adquirir mujer, y por adquirir mujer fue pastor.
12:13 Y por un profeta Jehová hizo subir a Israel de Egipto,
y por un profeta fue guardado.
12:14 Efraín ha provocado a Dios con amarguras; por tanto, hará
recaer sobre él la sangre que ha derramado, y su Señor le
pagará su oprobio.
Capítulo 13
Destrucción total de Efraín predicha
13:1 Cuando Efraín hablaba, hubo temor; fue exaltado en Israel;
mas pecó en Baal, y murió.
13:2 Y ahora añadieron a su pecado, y de su plata se han hecho
según su entendimiento imágenes de fundición, ídolos,
toda obra de artífices, acerca de los cuales dicen a los hombres
que sacrifican, que besen los becerros.
13:3 Por tanto, serán como la niebla de la mañana, y
como el rocío de la madrugada que se pasa; como el tamo que la tempestad
arroja de la era, y como el humo que sale de la chimenea.
13:4 Mas yo soy Jehová tu Dios desde la tierra de Egipto; no
conocerás, pues, otro dios fuera de mí, ni otro salvador
sino a mí.
13:5 Yo te conocí en el desierto,
en tierra seca.
13:6 En sus pastos se saciaron, y repletos, se ensoberbeció
su corazón; por esta causa se olvidaron de mí.
13:7 Por tanto, yo seré para ellos como león; como un
leopardo en el camino los acecharé.
13:8 Como osa que ha perdido los hijos los encontraré, y desgarraré
las fibras de su corazón, y allí los devoraré como
león; fiera del campo los despedazará.
13:9 Te perdiste, oh Israel, mas en mí está tu ayuda.
13:10 ¿Dónde está tu rey, para que te guarde con
todas tus ciudades; y tus jueces, de los cuales dijiste: Dame rey y príncipes?
13:11 Te di rey en mi furor,
y te lo quité en mi ira.
13:12 Atada está la maldad de Efraín; su pecado está
guardado.
13:13 Dolores de mujer que da a luz le vendrán; es un hijo no
sabio, porque ya hace tiempo que no debiera detenerse al punto mismo de
nacer.
13:14 De la mano del Seol los redimiré, los libraré de
la muerte. Oh muerte, yo seré tu muerte; y seré tu destrucción,
oh Seol;
la compasión será escondida de mi vista.
13:15 Aunque él fructifique entre los hermanos, vendrá
el solano, viento de Jehová; se levantará desde el desierto,
y se secará su manantial, y se agotará su fuente; él
saqueará el tesoro de todas sus preciosas alhajas.
13:16 Samaria será asolada, porque se rebeló contra su
Dios; caerán a espada; sus niños serán estrellados,
y sus mujeres encintas serán abiertas.
Capítulo 14
Súplica a Israel para que vuelva a Jehová
14:1 Vuelve, oh Israel, a Jehová tu Dios; porque por tu pecado has
caído.
14:2 Llevad con vosotros palabras de súplica, y volved a Jehová,
y decidle: Quita toda iniquidad, y acepta el bien, y te ofreceremos la
ofrenda de nuestros labios.
14:3 No nos librará el asirio; no montaremos en caballos, ni
nunca más diremos a la obra de nuestras manos: Dioses nuestros;
porque en ti el huérfano alcanzará misericordia.
14:4 Yo sanaré su rebelión, los amaré de pura
gracia; porque mi ira se apartó de ellos.
14:5 Yo seré a Israel como rocío; él florecerá
como lirio, y extenderá sus raíces como el Líbano.
14:6 Se extenderán sus ramas, y será su gloria como la
del olivo, y perfumará como el Líbano.
14:7 Volverán y se sentarán bajo su sombra; serán
vivificados como trigo, y florecerán como la vid; su olor será
como de vino del Líbano.
14:8 Efraín dirá: ¿Qué más tendré
ya con los ídolos? Yo lo oiré, y miraré; yo seré
a él como la haya verde; de mí será hallado tu fruto.
14:9 ¿Quién es sabio para que entienda esto, y prudente
para que lo sepa? Porque los caminos de Jehová son rectos, y los
justos andarán por ellos; mas los rebeldes caerán en ellos.
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